UNAM está saturada de denuncias de violencia contra las mujeres: Leonardo Lomelí

El rector Leonardo Lomelí dijo que la UNAM necesita reforzar la capacidad de atención de la Defensoría para atender todas las denuncias

Nurit Martínez | El Sol de México

La Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) está “saturada” de casos de denuncias de víctimas de violencia de género, reconoció el rector Leonardo Lomelí Vanegas por lo que aseguró, se requiere reforzar la Defensoría para evitar una percepción de impunidad y al mismo tiempo emprender una reforma para atender lagunas institucionales en la atención de las víctimas.

“Estamos saturados, en este momento necesitamos reforzar la capacidad de atención de la Defensoría porque en efecto, los procedimientos pueden ser lentos por falta de personal y, por eso mismo, es necesario que haya más oficinas, más personas que atiendan a las víctimas”, agregó el economista.

Indicó que si el mismo hecho de denunciar es un proceso difícil, “si ven que además el procedimiento es lento, se pueden decepcionar y pueden no darle continuidad a la denuncia. Esto genera frustración y un círculo vicioso. Genera al final una percepción de impunidad. Entonces, está en nuestro interés mejorar procedimientos, es lo más rápido, mejorar la capacidad de detección y vendrán otros cambios a la legislación para poder atender algunas lagunas que hemos detectado todavía en los procedimientos”.

Dijo que esta es una de las reformas importantes dentro de la institución en su gestión.

En un primer encuentro con los medios de comunicación, tras haber asumido el cargo el pasado 17 de noviembre, acusó que existen grupos de interés y de presión dentro de la UNAM y en todos los partidos políticos que usan a grupos porriles y encapuchados en actos violentos para desestabilizar la institución.

“A la Universidad hay que cuidarla, no agredirla, somos una institución que ayuda a que muchos jóvenes y sus familias puedan cumplir con el sueño de acceder a la educación, a una formación profesional y mejorar sus posibilidades de crecimiento y desarrollo y que por eso vale mucho la pena (cuidarla)”.

En el piso seis de la Rectoría habló durante una hora de los desafíos de su gestión, de los retos en la educación superior, del proceso electoral del próximo año y el papel de la UNAM al proponer que sea un espacio para el debate entre los candidatos que aspiran a la Presidencia y a la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de México.

Aunque acotó que no es recomendable que las alianzas partidistas pretendan hacer concentraciones masivas en las denominadas islas, dado que en el pasado hubo “malas experiencias” con candidatos que fueron agredidos y porque “no tenemos la condiciones para brindar seguridad y logística”.

Informó que una de las primeras acciones a su llegada a la UNAM fue solicitar un encuentro con el presidente Andrés Manuel López Obrador y enfatizó que “no hay rispidez con él” y con su administración.

“Estoy convencido de que el presidente de la República es un universitario que quiere su universidad, podremos tener puntos de vista distintos y, si se da la oportunidad de dialogar, creo que podemos encontrar las coincidencias y aprovecharlas. Al final los dos somos egresados en la universidad y tuvimos maestros en común y tenemos coincidencia sobre las que valdría la pena trabajar”, añadió.

El economista Leonardo Lomelí dijo que para avanzar en contra de la desigualdad de las mujeres, la institución inició un proceso que se debe completar, por un lado introducir la perspectiva de género en los planes de estudio.

Es decir, que en todas las asignaturas donde sea relevante la perspectiva de género y ver cómo, por ejemplo, se financian aquellos programas que tienen un mayor impacto para reducir la brecha.

Se trata de tener una perspectiva horizontal de género y, por otro lado, atender el acceso a las niñas a la educación, porque en la pandemia hubo un impacto importante y eso impediría que lo alcanzado hasta ahora, donde hay más presencia de ellas en la educación superior se pueda revertir en los próximos años.

Al interior de la universidad, señaló, que se necesitan más acciones afirmativas para darles la posibilidad a las mujeres de reducir la distancia que muchas veces los separan, por ejemplo, el número de mujeres que ocupan las categorías más altas dentro del personal de tiempo completo e impulsar acciones como ampliar plazos para incluirlas en los programas de renovación de la planta o para reconocimientos a la distinción de jóvenes académicos, como se hizo en algunas áreas.

Sobre los más recientes hechos de violencia en la institución en distintas sedes de facultades y bachillerato, como el ocurrido la semana pasada en Contaduría donde un grupo de encapuchados ingresó de forma violenta a impedir la presentación del informe del director y agredió a personal, el rector dijo que se detuvo a cuatro personas, a dos de las cuales se les acreditó denuncias de otra naturaleza.

Comentó que la institución ha identificado e investiga la presencia de supuestos activistas que se encapuchan y suelen aprovechar la presencia de protestas legítimas de los universitarios, pero los primeros «se montan en propuestas legítimas… con la intención de desestabilizar a la universidad”.

Lomelí Vanegas agregó que “en todos casos tenemos identificados a estas personas, hemos procedido por las vías legales y los que son estudiantes nuestros, por las vías internas de disciplina de la UNAM”.

En tanto, de los grupos porriles señaló que se identificó “una reactivación, principalmente y recientemente en CCH Azcapotzalco y Vallejo”.

El rector comentó que su propósito es “vulnerar la seguridad de las comunidades (porriles) y en algunos planteles están reapareciendo. Casi siempre tiene algún patrocinio externo hay que identificar, por un lado este patrocinio y hacer las acciones necesarias para evitar que estos grupos activos en el pasado vuelvan a proliferar”.

Afirmó que detrás de ellos “hay de todo, desde propios intereses de algunos grupos dentro de la propia universidad pero también hay algunos actores políticos. Desde partidos políticos, grupos que hacen política y presión en la Ciudad de México”.

Dijo que para atender la seguridad por la presencia de esos grupos o de narcomenudistas que redujeron su campo de acción en la institución se requiere una reestructuración para que la universidad tenga mayor capacidad de respuesta ante agresiones de este tipo.

“Más que policía universitaria, que no la queremos o deseamos, es recurrir más a la prevención y, cuando ocurren actos delictivos, tener mayor capacidad de poderlos interpretar a partir de los datos de la tecnología”, establecer más botones de pánico o reforzar el monitoreo de la seguridad.