Más allá de la Tierra Media: el maravilloso mundo de El Señor de los Anillos

Según Tolkien, Arda es la Tierra, por lo que toda la fantasía que escribió en realidad es la historia de lo que alguna vez pasó en nuestro planeta

El Señor de los Anillos se desarrolla en lo que Tolkien nombro Tierra Media. / Foto: Warner Bros.

La historia creada por J.R.R. Tolkien va mucho más allá de las batallas épicas o los personajes que nos pueden inspirar. El mundo creado por el profesor de Oxford se siente tan real porque el esmero para crearlo fue tal, que incluso las tierras donde se desarrollan son una copia de nuestra realidad, y no es metáfora.

La mayoría de los acontecimientos de El Hobbit o El Señor de los Anillos se desarrollan en lo que Tolkien nombró Tierra Media, uno de los continentes de Arda, un planeta que uno pensaría que es ficticio.

Arda fue creado por Ilúvatar, el Padre de Todos. En un principio no era un planeta redondo, sino plano son una simetría perfecta e iluminada por dos lámparas que brillaban más que el Sol o la Luna. Alrededor de la tierra estaba el Ekkaia, o Mar Circundante. A este periodo se le conoce como la Edad de las Lámparas.

De acuerdo con las descripciones de Tolkien, en el centro de este mundo se encontraba lo que más adelante sería la Tierra Media, rodeada por cuatro cordilleras y un mar en su centro.

En Arda habitan los Ainur, seres incorpóreos creados por Ilúvatar. De estos seres el más fuerte era Melkor, quien a la postre se convertirìa en el primer Señor Oscuro, ya que comenzaría una rebelión que destruiría las Lámparas que iluminaban Arda, causando daños irreparables.

El mundo perdería su simetría, creándose las montañas y valles, mientras que Ekkaia invadiría la tierra para formar los ríos, lagos y otros mares.

En Arda habitan los Ainur, seres incorpóreos creados por Ilúvatar. De estos seres el más fuerte era Melkor. | Foto: Warner Bros.

Tras la destrucción de las Lámparas, Yavanna, otra de las Ainur, crearía una nueva fuente de iluminación: dos árboles.

Ya sin la simetría de la Edad de las Lámparas, Arda entra en la Edad de los Árboles, donde la Tierra Media comienza a deformarse al crearse bahías en sus costas y montañas a lo largo de su interior.

Esta edad terminaría de nuevo gracias a Melkor, quien envenenaría a los árboles, abriendo paso a las Edades del Sol.

Arda entra en la Edad de los Árboles, donde la Tierra Media comienza a deformarse. | Foto: Warner Bros

Tras quedarse de nueva cuenta sin luz, Varla, otra de las Ainur, crea el Sol y la Luna para mantener iluminada Arda. En la Primera Edad del Sol la región más poblada de la Tierra Media fue Beleriand, pero tras la llamada Guerra de la Cólera, donde finalmente vencen a Melkor, la región quedó inundada en su mayoría.

Tras estos acontecimientos empieza la Segunda Edad del Sol, en la cual los descendientes de los hombres de Beleriand fundan el reino de Númenor en la isla de Elenna. Al mismo tiempo surge otro personaje clave en la historia de la Tierra Media: Sauron.

Discípulo de Melkor, Sauron tomó su lugar como el nuevo Señor Oscuro y engañó a los habitantes de Númenor, lo cual genera su desgracia debido a que los Valar los castigan hundiendo su reino.

En la segunda Edad del Sol, los descendientes de los hombres de Beleriand fundan el reino de Númenor. | Foto: Warner Bros.

Los sobrevivientes llegan a la Tierra Media y tras unirse con elfos logran derrotar a Sauron cortando el dedo donde portaba el Anillo Único, dando por concluida la Segunda Edad del Sol.

En la Tercera Edad del Sol, en la Edad Media surgieron y cayeron muchos reinos, pero el más importante fue Gondor, que sobrevivió a la última batalla contra Sauron. Ya en la Cuarta Edad del Sol, bajo el reinado de Aragorn II se creó el Reino Unificado.

Esta es la historia muy sintetizada de la Tierra Media, lugar donde se desarrollan la mayor parte de los acontecimientos relatados por Tolkien quien siempre dijo que se trataba de Europa, e incluso fue muy claro en decir cuáles eran las referencias con el mundo real.

“La acción de la historia tiene lugar en el noroeste de la Tierra Media, equivalente en latitud a las costas de Europa y a las costas del norte del Mediterránmeo (…) Si se considera a Hobbiton y Rivendel (como se pretende) se encuentran aproximadamente en la latitud de Oxford, entonces Minas Tirith, 600 millas al sur, está aproximadamente en la latitud de Florencia, Las Bocas de Anduin y la antigua ciudad de Pelargir se encuentra aproximadamente a la latitud de la antigua Troya”, dice una carta de Tolkien escrita para Charlotte y Denis Plimmer, fechada el 8 de febrero de 1967.

Así es, según Tolkien Arda es la Tierra, por lo que toda la fantasía que escribió en realidad es la historia de lo que alguna vez pasó en nuestro planeta.