El Columpio Asesino se va satisfecho. Ya comenzó su gira de despedida

“No pensábamos que podríamos vivir de la música siendo nosotros mismos”, dicen los integrantes de la banda española

Cristina Martínez y Álbaro Arizaleta dicen que el no entender hacia donde va la industria influyó en su decisión de retirarse. / Europa Press

La banda española El Columpio Asesino se retira de la música con una gira de despedida y revisando junto con otros artistas los mayores éxitos que han lanzado en sus más de dos décadas de carrera, una que ha sido para ellos “una sorpresa” satisfactoria.

“No pensábamos que podíamos vivir de la música como lo hemos hecho todos estos años, haciendo lo que queríamos y sin condiciones comerciales, siendo nosotros mismos”, asegura Álbaro Arizaleta (voz y batería) en una entrevista realizada junto a Cristina Martínez (voz y guitarra).

El artista destaca que el grupo, que completan Raúl Arizaleta (guitarra), Daniel Ulecia (bajo) e Iñigo Sola (trompeta, percusiones y sintetizadores), “no deja nada en el tintero” en su trayectoria y cuenta que este año era el adecuado para retirarse, porque es mejor dejarlo todo en un momento de éxito: “Aquí arriba, sin empezar a caer”.

La idea ya revoloteaba entre ellos desde la grabación de su disco Ataque celeste (2020), un álbum que Arizaleta confiesa que “costó mucho” hacer y que además se llevó un golpe “terrible” porque se lanzó poco antes de iniciar la pandemia de la Covid-19.

El agotamiento que ya sentía el grupo creció ante esta situación, lo que hizo que la decisión de retirarse se acelerara. “Sentíamos que no teníamos más fuerza para enfrentarnos a un siguiente disco, pero estábamos en nuestro mejor momento”, explica el vocalista sobre una decisión que se tomó con satisfacción por lo conseguido.

Si bien ese cansancio al que se refiere la banda es el resultado de un cúmulo de muchas cosas, los artistas apuntan a que, en parte, influyó el no entender hacia dónde van la industria y la profesión.

“Antes esta profesión era más romántica”, dice Martínez, quien lamenta el funcionamiento de algunas plataformas de ‘streaming’ por el reparto de ganancias a los artistas y por el imperativo del número de reproducciones.

“Antes nosotros no pensábamos en nada de eso. A mi me agotan las redes sociales y me parece que el artista pierde muchísimo misterio con ellas. Hemos perdido mucha magia”, apunta la artista.

La gira del adiós

Lo que aún no ha perdido magia han sido sus conciertos, por lo que la banda tomó la decisión de llevar a cabo la gira ‘Amarga baja’, con la cual ya ha visitado la Ciudad de México, Pamplona y Bilbao, y continuará por una quincena de ciudades españolas, para acabar volviendo a la capital navarra a finales de 2023. La gira, con más de 20 fechas, consta de al menos ocho llenos totales.

Esta gira es el “final de toda una vida” para los miembros del grupo y otorga a los asistentes la oportunidad de llevarse en físico su último trabajo, que es un vinilo con cuatro temas y que recoge las nuevas versiones de “Perlas”, con Pucho, de Vetusta Morla; “Diamantes”, con Santi Balmes; “Babel”, con Fermín Muguruza, y “A la espalda del mar”, con Amaral.

De alguna manera nos hemos dado un capricho con estas revisiones

En relación con la libertad y la censura, cuestionados por su postura respecto a las peticiones de intelectuales y ciudadanos de no proyectar en el Festival de Cine de San Sebastián el documental en el que Jordi Évole entrevista al exdirigente de ETA Josu Ternera, los integrantes del grupo lamentan que temas como este sean aún “intocables” en España y consideran que la película debe poder proyectarse “Primero que se vea y luego que se juzgue”, indica el vocalista y guitarrista.

Más denuncia en la música

En ese punto, Arizaleta dice que echa de menos en la música un mensaje más comprometido con la sociedad. “Son más naif en ese sentido”, señala, para añadir que le gustaría que se reflejara en más canciones la insatisfacción y denuncia respecto a los tiempos que corren.

Sin embargo, precisa que si un artista no tiene esa necesidad, es mejor no hacerlo, y alerta de que lo “más peligroso” sería que estos se viesen “empujados a no cantar” sobre determinadas cuestiones, dejando así en peores condiciones una industria que ellos consideran que, como todo, “tiene su lado oscuro”.

“Lo que pasa es que muchas veces parece que en la vida de los músicos todo es fiesta o que como trabajas en lo que pones todo tu corazón, es fácil, pero tiene su otro lado”, dice el vocalista.

El Columpio Asesino se fundó en 1999 en Pamplona. Sus composiciones abarcan géneros que van desde el kraut rock de los años sesenta del siglo pasado, al post-punk, pasando por la música electrónica hasta llegar a los sonidos más eclécticos de los últimos años.