¿Qué países tienen acceso al espacio o lo han tenido?

Desde los inicios de la carrera espacial la lista de países capaces de alcanzar el espacio ha aumentado, aunque lentamente. Recientemente España ha conseguido un hito aeroespacial, pero ¿la incluye eso en este selecto club de países con acceso al espacio?

La carrera espacial tuvo dos protagonistas principales, Estados Unidos y la Unión Soviética. El resto de países permanecieron en la sombra, eclipsados por las dos potencias, aunque sí consiguieron algunos hitos propios. A día de hoy la lista de países con capacidad para mandar carga al espacio de manera completamente independiente, sigue siendo corta. En ocasiones se recorta todavía más, por proyectos que se abandonan y vicisitudes varias que impiden continuar con proyectos tan costosos y complejos como la exploración espacial. Sin embargo, la tendencia general de las últimas décadas es que esta lista de países con acceso al espacio vaya creciendo lentamente.

Recientemente España ha sido noticia por un logro aeroespacial, algo poco habitual. La empresa PLD Space lanzó con éxito su cohete Miura 1 durante la madrugada del pasado 7 de octubre. Tras este hito que ha supuesto años de duro trabajo por parte de los cientos de empleados de la compañía, se han visto multitud de titulares y declaraciones asegurando que España se unía al selecto club de países que pueden acceder al espacio por sus propios medios. Sin embargo esto no es estrictamente cierto.

Un cohete abandonando la atmósfera terrestre. Foto: Alexyz3d | iStock

Primero definamos “espacio”

Para determinar qué naciones han conseguido alcanzar el espacio es imprescindible delimitar a qué nos referimos con “espacio”. No hay una definición universal de dónde empieza el espacio. Esta región comenzaría cuando abandonamos la atmósfera terrestre, cuando abandonamos nuestro planeta y pasamos a encontrarnos en un medio completamente diferente. Sin embargo las capas más altas de la atmósfera terrestre se extienden por más de 1 000 kilómetros e incluso situándonos a decenas de miles de kilómetros, la influencia gravitatoria principal que sentiríamos sería la de nuestro planeta. Para atajar este tipo de ambigüedades se suele considerar que el espacio comienza más allá de la línea de Kármán, una frontera imaginaria situada a 100 kilómetros de altura sobre el nivel del mar. Al atravesar esta “línea” no detectamos ningún cambio brusco en la atmósfera ni en las condiciones que nos rodean, pero resulta útil demarcarla.

Por tanto, consideraremos que alguien ha visitado el espacio y por tanto adquiere la condición de astronauta cuando supera esa línea de Kármán. La primera vez que un objeto artificial atravesó esta línea fue en junio de 1944, cuando un misil de la Alemania Nazi alcanzó los 176 kilómetros de altura. El primer humano en cruzarla fue el soviético Yuri Gagarin, que completó una órbita alrededor de la Tierra en 1961.

Además resulta importante distinguir entre los vuelos orbitales y suborbitales. Aquí la distinción es menos arbitraria. Un vuelo será orbital cuando complete una vuelta al planeta Tierra o tenga la velocidad necesaria para hacerlo y suborbital cuando no. El misil alemán mencionado completó un vuelo suborbital, la sonda Sputnik 1 soviética completó el primer vuelo orbital, en 1957. El cohete lanzado recientemente por PLD Space alcanzó los 47 kilómetros de altura para volver a caer sobre el océano atlántico, por lo que su vuelo fue suborbital. Con todo ya podemos responder a la pregunta que encabeza este artículo.

Un club selecto

Hasta la fecha ha habido 11 países que han conseguido acceso autónomo al espacio y entre ellos no está España. Los dos primeros fueron por supuesto Estados Unidos y la Unión Soviética. Las capacidades soviéticas fueron heredadas por Rusia tras su disolución y en una menor parte y temporalmente, por Ucrania, con los cohetes Tsyklon-3, que siguieron creándose y lanzándose hasta el año 2009. El tercer país en acceder al espacio fue Francia, que en 1965 puso un satélite en órbita gracias al cohete Diamant A. Sin embargo Francia a día de hoy no cuenta con un proveedor íntegramente francés, pues sus operaciones y actividad tienen lugar principalmente como parte de la Unión Europea.

Japón fue el cuarto país en lanzar un satélite al espacio, en febrero de 1970 a bordo del Lambda-4S. China no se haría esperar y en abril del mismo año lanzaría su satélite Dong Fang Hong 1 a bordo del cohete Long March 1. También Reino Unido mostraba actividad en aquella época y en 1971 consiguió lanzar su Black Arrow al espacio. La Agencia Espacial Europea sería la siguiente en acceder al espacio, aunque no la hemos considerado entre los 11 países por tratarse de una organización supranacional. India puso su satélite Rohini 1 en órbita en 1980 gracias al cohete SLV, mientras que Israel lanzaría su Shavit en 1988. Este sería el último país en ganar acceso al espacio del siglo XX, pues hasta 2009 no se uniría Irán al selecto club. Lo hizo lanzando el satélite Omid a bordo del cohete Safir-1A. Los últimos dos países en conseguirlo ocupan el territorio de la península de Corea. Primero fue Corea del Norte, en 2012 con su cohete Unha-3 y más recientemente Corea del Sur, con el cohete Nuri, en junio de 2022.

Qué nos depara el futuro

España alcanzó el espacio, superando la línea de Kármán, durante el siglo XX, pero con tecnología desarrollada en colaboración con Reino Unido y no de forma completamente independiente. Además, el Miura 1 a pesar de ser un auténtico hito para la industria aeroespacial española, aún no es capaz de alcanzar el espacio. PLD Space está desarrollando el “hermano mayor” del cohete lanzado recientemente, el llamado Miura 5. Este cohete sí será capaz de llegar al espacio y podrá llevar alrededor de 500 kilogramos de carga a la baja órbita terrestre. Cuando esto ocurra, no antes de 2025, España logrará entrar en esa breve lista de países con acceso al espacio. Sin embargo otros países podrían conseguirlo antes, pues hay numerosos proyectos en diferentes fases de desarrollo, como en Brasil, Argentina, Filipinas, Malasia, Tailandia o Australia, entre otros.