¿Qué es un átomo?

Un átomo es la combinación de, al menos, un protón y un electrón, en un equilibrado baile que le confiere unidad y propiedades químicas.

Bienvenidos a un viaje al corazón de la materia, donde la realidad se descompone en diminutas partículas que dan forma al universo, los átomos. ¿Qué son realmente? Acompáñanos en este recorrido científico para desentrañar el misterio de los átomos.

Créditos: Yurchanka Siarhei Yurchanka Siarhei

Descifrando la naturaleza del átomo

¿Qué es realmente un átomo? En su esencia y en un acercamiento divulgativo, un átomo está compuesto por un núcleo central que alberga protones y neutrones, rodeado por electrones que orbitan en capas específicas. Pero hay algo más: es la cantidad de materia más pequeña que sigue teniendo las propiedades de un elemento químico determinado. Comencemos nuestro viaje con el átomo más simple, el hidrógeno, que consiste en un solo protón y un electrón. ¡Es lo menos que se despacha en átomo! A medida que ascendemos en la tabla periódica, nos encontramos con átomos más pesados, con núcleos que contienen una amalgama de protones y neutrones. 

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Equilibrio atómico

La estabilidad de los átomos es asombrosa, considerando la naturaleza caótica del mundo subatómico. La fuerza electromagnética mantiene a los electrones en órbita alrededor del núcleo, mientras que la fuerza nuclear mantiene unida el aglomerado de protones y neutrones en el núcleo. Este equilibrio es esencial para la existencia de la materia tal como la conocemos.

Los electrones están influenciados por las fuerzas electromagnéticas. Créditos: Irina AnosovaIrina Anosova

Adentrándonos aún más en la complejidad de los átomos, nos encontramos con variaciones intrigantes conocidas como isótopos. Estos son átomos de un mismo elemento que poseen el mismo número de protones pero difieren en el número de neutrones en su núcleo. Esta variabilidad en los isótopos confiere propiedades únicas a cada versión de un elemento. Entre los isótopos, algunos capturan nuestra atención de manera especial: los radioisótopos. Estos son isótopos inestables que desprenden radiación al buscar un estado más equilibrado. Aunque su inestabilidad puede parecer intranquilizadora, los radioisótopos encuentran aplicaciones cruciales en medicina, industria y ciencia.

Los radioisótopos se usan en medicina. Créditos: Axel_KockAxel_Kock

La formación de los primeros átomos

En los albores del tiempo, aproximadamente hace unos 13,8 mil millones de años, poco después del colosal evento conocido como el Big Bang, el universo se encontraba en un estado de extrema densidad y temperatura. En este caos primordial, la materia estaba compuesta principalmente de partículas subatómicas primordiales, como quarks y electrones. A medida que el cosmos se expandía y enfriaba rápidamente en los primeros momentos después del Big Bang, se produjo una transición fundamental.

Aproximadamente unos cientos de miles de años después del Big Bang, la temperatura y la densidad del universo alcanzaron niveles que permitieron la formación de los primeros átomos. Principalmente, se generaron átomos de hidrógeno y helio, elementos ligeros que marcaron el inicio de la creación estructurada en el cosmos. Este período, conocido como la época de recombinación, es esencial en la historia cósmica, ya que sentó las bases para eventos subsiguientes de magnitud astronómica.

El Big Bang en realidad no fue una explosión. Créditos: Korn VitthayanukarunCall:0888814152Korn VitthayanukarunCall:0888814152

Estos primeros átomos primordiales actuaron como las semillas cósmicas que, con el tiempo, facilitaron la formación de las primeras estrellas y galaxias. Alrededor de 100 a 200 millones de años después del Big Bang, las fuerzas gravitacionales comenzaron a reunir la materia en estructuras más grandes, dando origen a las protogalaxias y las estrellas primigenias. Así, el universo experimentó una metamorfosis trascendental, pasando de un estado inicial caótico a un cosmos donde la luz de las estrellas comenzó a iluminar la vastedad del espacio.

Este periodo marcó el comienzo de una nueva era en la evolución cósmica, donde la formación de los primeros átomos desencadenó una cadena de eventos que moldearon la arquitectura del universo tal como lo conocemos hoy. 

Formación de los átomos pesados

Las estrellas, como auténticas forjas cósmicas, desempeñan un papel crucial en la saga de los átomos. En los núcleos ardientes de estas gigantes luminosas, los átomos ligeros como el hidrógeno se fusionan para formar átomos más pesados, liberando una increíble cantidad de energía en el proceso. Esta danza estelar no solo genera elementos más complejos, sino que también es responsable de la dispersión de estos átomos en el espacio cuando las estrellas llegan al final de su ciclo de vida.

El clímax de esta historia cósmica se revela en las explosiones titánicas de supernovas. Estas colosales detonaciones estelares no solo iluminan el firmamento, sino que también son la cuna de átomos aún más pesados. La energía liberada en estos eventos extremos es suficiente para fusionar átomos en núcleos más masivos, creando elementos que van más allá de los producidos en el corazón de las estrellas ordinarias. Así, la tabla periódica cósmica se enriquece con la variedad de átomos, cada uno con su propia historia forjada en el tumulto de una supernova.

Como epílogo majestuoso, los átomos resultantes de estas explosiones estelares se dispersan en el espacio, enriqueciendo nubes interestelares y contribuyendo a la formación de nuevos sistemas solares. Este ciclo continuo de formación, explosión y dispersión es la esencia misma de la evolución cósmica, donde cada átomo lleva consigo la historia de su origen en el crisol estelar.

Con la explosión de una supernova se dispersan elementos pesados en el universo. Créditos: Soubrette

El descubrimiento que lo cambió todo

La comprensión moderna de los átomos es el resultado de un apasionante viaje a lo largo de la historia, donde la curiosidad humana y la incansable búsqueda de conocimiento han llevado a una evolución constante en nuestra percepción de la naturaleza fundamental de la materia. Desde las primeras especulaciones filosóficas en la antigua Grecia hasta los experimentos cruciales de la era moderna, cada paso ha contribuido a esclarecer los misteriosos átomos que componen el tejido mismo de la realidad.

La aventura comienza en la antigua Grecia, donde pensadores como Demócrito y Leucipo ofrecieron las primeras especulaciones sobre la naturaleza de la materia. Alrededor del siglo V a.C., Demócrito propuso la idea audaz de que la materia está compuesta por partículas indivisibles llamadas «átomos» que, precisamente, significa indivisible. Aunque estas conjeturas carecían de evidencia experimental, establecieron un punto de partida para futuras exploraciones sobre la naturaleza subatómica.

En la antigua Grecia ya se intuía la existencia de los átomos. Créditos: arssecretaarssecreta

El Renacimiento y la posterior Revolución Científica trajeron consigo un resurgimiento del interés en la naturaleza de la materia. A principios del siglo XIX, John Dalton propuso un modelo atómico más refinado. Su teoría postulaba que los átomos son esferas indivisibles con diferentes pesos y proporciones, explicando de manera ingeniosa las leyes de la estequiometría y las reacciones químicas. Aunque Dalton carecía de herramientas para visualizar átomos directamente, su teoría sentó las bases para investigaciones futuras.

A finales del siglo XIX y principios del XX, los experimentos con la radiactividad revelaron la existencia de partículas subatómicas adicionales y desafiaron las ideas establecidas. Thomson descubrió el electrón, una partícula negativamente cargada, y Rutherford postuló la existencia de un núcleo atómico denso y positivamente cargado. Estos descubrimientos revolucionarios redefinieron la comprensión del átomo, estableciendo las bases para el modelo nuclear.

En la década de 1910, Niels Bohr propuso su modelo atómico, que incorporaba conceptos de la mecánica cuántica emergente. Este modelo, basado en niveles de energía cuantizados, explicaba las líneas espectrales de los elementos. Sin embargo, la mecánica cuántica posterior de Schrödinger proporcionó una descripción más precisa y completa del comportamiento subatómico, consolidando la teoría cuántica como la base de nuestra comprensión moderna de los átomos.

La importancia del átomo

Es tan crucial la importancia que tiene el átomo que hay una anécdota curiosa con el físico Richard Feynman. En una ocasión se le preguntó qué sería lo más valioso para transmitir si tuviera que comenzar de nuevo con todo el conocimiento científico, si se reseteara todo. Su respuesta fue reveladora: “Todo está hecho de átomos”. Esta respuesta destaca la importancia fundamental de la comprensión atómica en la descripción de la materia y demuestra la simplicidad y la esencia de la visión científica de Feynman.

Todo está hecho de átomos. Créditos del fondo: Cassette BleueCassette Bleue