Las tormentas en Saturno son tan enormes que sus huellas duran cientos de años

Cada dos décadas, Saturno desarrolla una gran tormenta pero resulta que la atmósfera mantiene registros químicos de ellas durante muchos, muchos años.

La Gran Mancha Roja de Júpiter, la tormenta más grande del sistema solar con una extensión de 16.000 kilómetros de diámetro, ha sido durante mucho tiempo una de las características más llamativas de este gaseoso. Ahora, un nuevo estudio dirigido conjuntamente por la Universidad de California, Berkeley, y la Universidad de Michigan, Ann Arbor, ha descubierto que otro gigante de nuestro sistema solar, Saturno, también experimenta megatormentas brutales. Son tan apabullantes que duran cientos de años y dejan una huella química en la atmósfera. Sin embargo, a diferencia de los huracanes de la Tierra, nadie sabe qué causa las megatormentas en la atmósfera de Saturno, que está compuesta principalmente de hidrógeno y helio con trazas de metano, agua y amoníaco.

«Comprender los mecanismos de las tormentas más grandes del sistema solar coloca la teoría de los huracanes en un contexto cósmico más amplio, desafiando nuestro conocimiento actual y ampliando los límites de la meteorología terrestre», explica Cheng Li, ex becario de la UC. Berkeley, que actualmente es profesor asistente en la Universidad de Michigan. 

Las tormentas en Saturno son tan enormes que sus huellas duran cientos de años Midjourney/Sarah Romero

Tempestades que permanecen años

Los investigadores encontraron rastros de las tormentas utilizando el telescopio Karl G. Jansky Very Large Array en Nuevo México para mapear el amoníaco en Saturno. El amoníaco se mueve a través de las atmósferas de los planetas gigantes de manera muy parecida a como se mueve el agua a través de la atmósfera de la Tierra, por lo que los científicos intentaron examinar cómo se comportó este elemento después de la tormenta más reciente de Saturno.

La última megatormenta de Saturno fue en 2010-2011. Esta tormenta en la parte superior visible de la atmósfera de Saturno duró poco más de un año terrestre, pero los efectos más profundos de la tormenta probablemente duraron más: cientos de años, dicen los investigadores en su trabajo publicado en la revista Science AdvancesSu análisis reveló firmas químicas en la atmósfera de Saturno de efectos de tormentas de larga duración.

«Las observaciones de radio ayudan a caracterizar procesos dinámicos, físicos y químicos, incluido el transporte de calor, la formación de nubes y la convección en las atmósferas de planetas gigantes, tanto a escala global como local», comenta Imke de Pater, profesora emérita de astronomía y de ciencias terrestres y planetarias de la Universidad de California en Berkeley.

“Además del efecto remanente de la tormenta de 2010, hemos encontrado huellas duraderas de todas las tormentas gigantes de latitudes medias, una mezcla de tormentas ecuatoriales de hasta cientos de años”, explican los expertos.

Concretamente, observaron anomalías en la concentración de gas amoníaco en la atmósfera de Saturno. En altitudes medias, justo debajo de la capa superior de nubes de hielo y amoníaco, hay una caída notable en la concentración de amoníaco. Sin embargo, en las profundidades de la atmósfera, entre 100 y 200 kilómetros de profundidad, ocurre todo lo contrario, un pico. Este cambio en la distribución del amoníaco, apunta a procesos de precipitación y reevaporación, sugieren los investigadores. Así, los cambios atmosféricos provocados por una megatormenta, pueden persistir durante varios siglos.

Imagen de radio de SaturnoR. J. Sault and I. de Pater

Diferencias clave entre Saturno y Júpiter

Lo curioso es que estas observaciones del clima de Saturno presentan un marcado contraste con observaciones similares de tormentas en Júpiter, que podrían ayudarnos a desentrañar el funcionamiento interno de los gigantes gaseosos de manera más general. Júpiter tiene anomalías troposféricas, se han relacionado con sus zonas (bandas blanquecinas) y cinturones (bandas oscuras) y no son causadas por tormentas como en Saturno. ¿Por qué si son tan parecidos el clima es tan diferente en sendos planetas gaseosos? Se preguntan los científicos.

La considerable diferencia entre estos gigantes gaseosos vecinos desafía lo que los científicos saben sobre la formación de megatormentas en gigantes gaseosos y otros planetas y profundizar sobre ello puede aportarnos más información de cómo encontrarlas y estudiarlas en exoplanetas en el futuro.