Se cretario de defensa del pais de México
Apenas por culminar el episodio trinacional, cuyas consecuencias reales habrán de conocerse más adelante, la realidad mexicana volvió a imponerse, con sus características nada vaporosas.
Justin Trudeau iba finalizando su estancia en nuestro país, con el ofrecimiento obradorista de que serán escuchadas las posturas de empresas canadienses inconformes con reglas de la llamada 4T, cuando ya la mira mediática cambiaba de lugar y se posaba en el tema delicado de la tentativa de homicidio que en diciembre pasado se perpetró contra el periodista Ciro Gómez Leyva.
Omar García Harfuch, aspirante policiaco a la candidatura de Morena al gobierno de la Ciudad de México, fue la figura narrativa central, con la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, en discurso políticamente postraumático, luego de lo de la línea 3 del Metro. Once detenidos, imágenes y explicaciones detalladas, pero sin resolver aún lo principal: ¿quién y por qué ordenó asesinar al relevante conductor de programas de radio y televisión?
Esclarecer integralmente el caso Gómez Leyva es fundamental. No sólo en el plano de los ejecutores materiales fallidos sino, sobre todo, en el del móvil y la autoría intelectual. Es explicable el sigilo que se debe guardar respecto a fases venideras de las investigaciones (la fiscal Godoy deslizó, ante insistencia periodística para que diera más datos: “tenemos indicios de otras cosas”), pero mucho ayudará a las autoridades (no sólo a las capitalinas) el que sin gran dilación se disipen dudas y especulaciones.