“Otis” y el personal de Salud

En la novela La Marcha Radetzky, de Joseph Roth (Alianza Editorial, 2022) se cuenta la Batalla de Solferino, el primer acontecimiento bélico que movió al ser humano a asistir médicamente a los heridos de guerra.

Si bien Roth no se centra en el dolor humano de aquella batalla ni en el valor que tuvo para la medicina moderna, su obra nos sirve para recordar que desde entonces el personal médico ha estado presente para atender cualquier crisis, guerra, pandemia o desastre.

A 15 días del paso del huracán Otis por la costa de Guerrero, el personal de salud ha dado la batalla. A pesar de los daños y de la magnitud de la tormenta, las unidades hospitalarias no dejaron de atender pacientes.

Desde la primera noche se tuvo la capacidad de ajustar la atención conforme las condiciones lo permitían, se reconvirtieron áreas para poder continuar la operación, incluso se atendió un parto de unas gemelas en el Hospital General Regional 1 “Vicente Guerrero» del IMSS.

Esto forma parte de las obligaciones de una institución como el IMSS, pero no podemos dejar de ponerle rostro a un momento como éste, ni olvidar que el personal médico de Guerrero también es damnificado y que ha continuado trabajando.

La tarde del miércoles 25 de octubre, mientras recorríamos los hospitales, encontramos historias dignas de contar: enfermeras que jamás abandonaron su puesto, médicos que nos contaron que en la parte más crítica de la noche, sentían “que se morían”, pero después continuaron atendiendo porque muchos de sus compañeros no pudieron llegar al cambio de turno; residentes que se quedaron a apoyar los días posteriores y en todos los casos, lo único que nos pedían era que avisáramos a sus familias que estaban bien.

Como en toda crisis el personal respondió, activó protocolos, los equipos de respuesta que llegaron desde Ciudad de México apoyaron en la atención médica. Los esfuerzos se centraron en el Hospital General Regional, el más grande y el más afectado: se evacuaron pacientes, se registraron las defunciones, ninguna de ellas asociada directamente al Huracán sino a la gravedad de sus enfermedades, se revisaron las condiciones del hospital, las plantas de luz funcionaron bien.

Para responder a ese compromiso y apoyar al personal de salud damnificado, en conjunto con el Sindicato Nacional de Trabajadores del Seguro Social (SNTSS) y con el apoyo decidido del Dr.Arturo Olivares, su secretario general, planteamos una serie de medidas de apoyo especiales para quienes sufrieron afectaciones.

Las más importantes: se respetarán los salarios con estímulos de puntualidad y asistencia, se apoyará en el traslado del personal a sus centros de trabajo, notas de mérito a trabajadores que demostraron alto grado de responsabilidad durante la atención de la contingencia,préstamos especiales de la caja de previsión y ahorros del SNTSS, ayuda económica a trabajadores con niños inscritos en guarderías IMSS, anticipos de sueldo, suspensión del cobro de créditos INFONAVIT por 6 meses y no devengación de intereses para cualquier trabajador del IMSS con crédito de vivienda en Acapulco, créditos para la adquisición de vehículos y asistencia en trámites ante aseguradoras.

Al día de hoy, el personal de salud ha logrado 417 traslados de pacientes hacía otros hospitales, 57 de ellos han sido aéreos., más de 14 mil consultas, atendido urgencias sin importar derechohabiencia, se está haciendo búsqueda intencionada de pacientes crónicos y se han reactivado las cinco Unidades de Medicina Familiar del IMSS.

El sector salud con su compromiso está de pie al igual que lo estará todo Guerrero.

Mientras escribo: Al 31 de octubre de 2023, se tienen registrados ante el IMSS 22,302,690 trabajadores, cifra máxima en la historia del país.