Pelo seco: 5 consejos infalibles que darán vida a tu melena dañada en verano (sin cortar por lo sano)

Tenemos una mala noticia que darte: el pelo no se puede reparar como tal. Como explica la científica especializada en cosmética de la piel y el pelo Laura Bey, “no existen evidencias científicas que respalden la reparación o reversión completa de la desnaturalización y el daño estructural. Hasta la fecha, la única opción para eliminar totalmente el daño capilar es mediante el corte, con el fin de prevenir que la parte dañada afecte a la zona sana”, explica Laura.

Pero no íbamos a dar una noticia así sin arrojar algo de luz: saber esto va a evitar que caigas en las redes del marketing e inviertas tiempo y dinero esperando un resultado que no va a llegar. Por otro lado, lo que sí se puede conseguir es que el daño se note menos y también evitar que siga yendo a más con la ayuda de productos cosméticos y consejos que son gratis, y con los que ahorrarás disgustos y dinero.

Muchas de nosotras llegamos al verano con el pelo estropeado, aunque la dramática historia capilar de cada una es un mundo. Pero todas compartimos algo común: se nos junta el sol, la playa, el cloro y el mar (lo bueno de la vida) con el desierto del Sahara en la cabeza. No hay que saber mucho del tema, sino haber vivido un solo verano con pelo, para saber que el peaje que se paga por enfrentarnos a todo esto es altamente caro para una melena que cuenta con pocas armas de defensa. Por tanto, si ya estamos mal y no sólo queremos no ir a peor, sino mejorar su aspecto, ¿por dónde empezamos?

Una lección rápida sobre el pelo dañado

Para entender por qué no puede repararse, hay algunos conceptos básicos que hay que saber sobre cómo está formada la estructura de nuestro pelo.

Imaginemos que cada fibra capilar es como un manojo de espárragos con uno gordo en el centro. Este último es la médula, que está recubierta por el córtex y este, a su vez, se encuentra protegido por la capa más externa: la cutícula. Cuando las capas protectoras que forman la cutícula (imaginemos unas tejas superpuestas de un tejado o las escamas de un pez) están sanas en un pelo vírgen, se ven ordenadas, el pelo está brillante y nada poroso. Porque la humedad, las proteínas y los ácidos grasos están preservados y en las mejores condiciones. Cuando esta cutícula está dañada (pelos teñidos o estropeados), el cabello es hidrofílico, es decir; ha perdido su agua natural porque la cutícula está levantada o dañada y capta la humedad del ambiente (de ahí viene el encrespamiento). Posiblemente será un pelo visiblemente más seco, áspero y con menos brillo.

Cuando nos teñimos o decoloramos, el tinte levanta esas capas, penetrando en la cutícula y cambiando la estructura capilar. No hay nada que revierta este proceso, pero podemos poner remedios cosméticos que rellenen esos daños en la cutícula y así simular la apariencia de un pelo sano. También podemos prevenir que el pelo empeore aún más con todas las agresiones externas propias del verano.

Si el daño llega a la médula, el cabello se rompe. Por esto, hay que intentar hacer todo lo posible para que no vaya a más y se vea bonito. Otra cosa importante: el pelo no respira ni transpira, no es piel ni tampoco un órgano. Imagínate que sí lo fuera, nadie querría cortarse el pelo, ¡qué dolor!

Cinco consejos para un pelo muy dañado en verano

1#. Usa mascarillas o suavizantes con siliconas

En general, que lleven estructuras polimerizadas –siliconas o polímeros– para que el daño no vaya a más. Estas consiguen que se cierren los huecos de la cutícula. Pero no hay manera de unir de forma permanente estos puentes rotos. El pelo deja de estar áspero, opaco y se ve más brillante y suave entre lavado y lavado. Esto es importante, no deja de ser una especie de “maquillaje” para el pelo que desaparece cuando lo volvemos a lavar. Usando este tipo de productos evitamos el encrespamiento porque se reduce la polaridad del cabello. Aportan no solo el aspecto de un pelo sano, sino que también el cabello deja de partirse con tanta frecuencia y tiene una textura más manejable. Importante: aplica este tipo de producto de medios a puntas. Puede usarse en formato mascarilla, suavizante o tratamientos leave-in. Te damos varias opciones:

2#. Echa mano a los tratamientos de queratina

Aunque no son permanentes, los alisados profesionales duran mucho tiempo. Desde luego, muchísimo más que los cuidados suavizantes propios de las siliconas. Como muchos tratamientos, tienen efectos positivos y negativos y tienes que saberlos antes de hacerte uno, aunque sea en las mejores manos profesionales, algo que es fundamental. Cuando un pelo está muy dañado, un alisado de queratina hará que se vuelva más vulnerable a la rotura, se reduce la masa del cabello y la cutícula se vuelve más irregular; por lo que el desenredado será más complicado. ¿Los efectos positivos? El pelo se vuelve más resistente al calor, no hay daño oxidativo, está más brillante y el alisado dura mucho más.

3#. Mete en el bolso aceite de coco para ir a la playa

Este aceite no es hidrosoluble, no se disuelve en agua, por lo que aguanta bastante bien en el pelo y será tu remedio cosmético capilar más barato y efectivo. Impregna bien desde los medios hasta las puntas y hazte un moño. El agua de mar favorece la rotura y este es un aliado estupendo para evitar que se rompa o dañe más de lo normal. En la piscina, intenta no sumergir la cabeza durante mucho tiempo, el cobre (presente en los alguicidas) es el responsable de modificar el color del cabello teñido o decolorado, no el cloro, como se cree.

4#. Usa protección solar (pero no la que tú crees)

Te contamos algo importante: “Los SPF no son una medida aplicable al pelo. Los ingredientes fotoprotectores no son capaces de depositarse de manera homogénea en la fibra capilar y además su retención es mínima”, apunta la científica Laura Bey. Otra cosa son los protectores de calor para las herramientas, capaces de distribuir el calor del pelo por toda la superficie evitando que este se queme. Según la ciencia, lo verdaderamente efectivo para proteger el pelo del sol es usar sombreros o pañuelos con factor de protección solar.

5#. Pon atención al lavado y al secado

No fricciones las fibras entre ellas, masajea únicamente el cuero cabelludo con el champú y aclara desde la raíz, haciendo que el agua limpie los restos de champú de arriba hacia abajo, pero sin frotar. Es importante usar productos que faciliten el peinado en mojado (como acondicionadores y mascarillas), pero siempre se desenreda el pelo en seco. Cuando está mojado, se estira de más y se rompe con facilidad. En cuanto al secado, hay que saber que el pelo se estropea con el calor a temperaturas de más de 80 grados, por lo que sería conveniente evitar las planchas o rizadores.

Los secadores no harán ese daño porque no llegan a esas temperaturas. Aprovechando que es verano y podemos secarnos el pelo al aire con bastante rapidez, esta sería la mejor opción. Es muy importante no irnos a la cama con el pelo húmedo o mojado, ya que puede romperse fácilmente con el contacto constante con la almohada o, incluso, puede ocurrir que la humedad del cuero cabelludo dé lugar a un entorno perfecto de microorganismos que no deseamos tener viviendo ahí.

Una última mini master class para convertirte en experta…

Los aceites. Estos están naturalmente presentes en el pelo virgen, por lo que a un pelo así, los tratamientos post-lavado a base de aceites le vendrán de maravilla. Cuando un pelo está dañado, estos aceites se pierden y no se retienen bien si los aplicamos de manera externa, es más, engrasan el cabello. Sí que sirven como tratamiento de protección para el sol (en el caso del aceite de coco), pero siempre para el prelavado, no para un efecto después de la ducha. Normalmente, “lo que le viene bien al pelo virgen no le viene bien al pelo dañado”, apunta Laura Bey. Nunca te irás a la cama (ni a la playa este verano) sin saber una cosa nueva más.