Esta criatura de tres ojos de hace 500 millones de años revela un secreto increíble sobre la evolución
Se trata de un antepasado lejano de insectos y crustáceos que podría ayudar a los científicos a comprender mejor a los artrópodos.
Un animal extinto del que no teníamos noticia. Un equipo de científicos de la Universidad de Leicester, el Laboratorio Clave de Paleobiología de Yunnan y el Instituto de Paleontología de la Universidad de Yunnan, el Museo de Fósiles de Chengjiang y el Museo de Historia Natural de Londres han redescrito un animal fósil único a partir de rocas de casi 520 millones de años de antigüedad que rellena una brecha en nuestra comprensión de la evolución de los animales conocidos como artrópodos.
Este raro hallazgo del animal fósil llamado Kylinxia se ha mantenido en perfectas condiciones a lo largo de estos millones de años. Los investigadores utilizaron un escáner CT para obtener imágenes de la especie y descubrieron que tenía tres ojos en la cabeza y poderosas extremidades para atrapar presas.

Un espécimen único
Lo particularmente interesante de Kylinxia no es sólo su antigüedad, sino también las sorprendentes características que poseía. Los detalles de su redescubrimiento remodelan la historia de una clase de criaturas que eventualmente dieron lugar a las innumerables formas de artrópodos que vemos hoy, desde langostas y cangrejos hasta arañas e insectos.
Los fósiles de muchos tipos de animales marinos aparecen por primera vez en rocas de hace aproximadamente 500 millones de años y señalan una época en la que se estaban desarrollando ecosistemas complejos en los océanos del mundo. Era una época en la que los océanos de nuestro planeta rebosaban de una floreciente comunidad de criaturas marinas.
Y, aunque hay muchos artrópodos en el registro fósil (los más famosos son los trilobites), de la gran mayoría solo se conservan sus duros esqueletos. Debido a que el nuevo material está casi completo, el equipo pudo obtener imágenes de la cabeza de Kylinxia, identificando seis segmentos: el frontal con ojos, el segundo con un par de grandes extremidades para agarrar y los otros cuatro, cada uno con un par de extremidades articuladas (como los cangrejos, las arañas o las langostas).
«La preservación del animal fósil es asombrosa. Después de la tomografía computarizada podemos darle la vuelta digitalmente y «miramos literalmente la cara de algo que estuvo vivo hace más de 500 millones de años. Al girar al animal, pudimos ver que su cabeza posee seis segmentos, al igual que en muchos artrópodos vivos», explica Robert O’Flynn, estudiante de doctorado en la Escuela de Geografía, Geología y Medio Ambiente de la Universidad de Leicester y coautor del estudio que publica la revista Current Biology.
Los fósiles de Kylinxia fueron recuperados de la biota cámbrica Chengjiang de la provincia china de Yunnan, de la que se han descrito más de 250 especies de organismos fósiles excepcionalmente conservados. De hecho, la región de Chengjiang, en el sur de China, es un verdadero tesoro escondido para estas reliquias fosilizadas.
«Sorprendentemente, descubrimos que su cabeza está compuesta de seis segmentos, como, por ejemplo, en los insectos. La mayoría de nuestras teorías sobre cómo evolucionó la cabeza de los artrópodos se basaron en que estas especies de ramificación temprana tenían menos segmentos que las especies vivas. El descubrimiento de dos pares de patas no detectados previamente en Kylinxia sugiere que los artrópodos vivos heredaron una cabeza de seis segmentos de un ancestro hace al menos 518 millones de años», aclara Greg Edgecombe, paleontólogo de la Universidad de Yunnan y del Museo de Historia Natural de Londres y también coautor del trabajo.
Al decodificar los misterios de Kylinxia, la ciencia ha demostrado una vez más que el pasado encierra la clave para comprender la intrincada red de vida que nos rodea en la actualidad. Los artrópodos desempeñan funciones ecológicas vitales. Las arañas ayudan a controlar las poblaciones de insectos, las abejas polinizan las plantas y así un largo etcétera.