¿Cuál es el planeta más grande del Universo?

Júpiter es el planeta más grande del sistema solar, pero palidece al lado de algunos de los exoplanetas más grandes descubiertos en las últimas décadas. Estos gigantes redefinen los límites de lo que es un planeta.

Durante siglos el planeta más grande conocido en el universo era Júpiter. Sin embargo, no fue hasta la invención del telescopio que pudimos empezar a plantearnos medir su tamaño. Aún así, por su brillo, los pensadores de la Edad Media y la Antigüedad ya entendían que Júpiter debía ser más grande que el resto. Júpiter se mueve por el cielo mucho más lentamente que Venus o Marte, lo que sugiere que se encuentra mucho más lejos que estos. Si a esto le sumamos que Júpiter casi siempre brilla más que el planeta rojo, eso nos sugiere que debe ser intrínsecamente más brillante, probablemente por su mayor tamaño.

Cuando Galileo Galilei observó Júpiter a través de su telescopio en 1610 descubrió cuatro lunas orbitando a su alrededor. Este descubrimiento ayudaría a asentar el modelo heliocéntrico del sistema solar propuesto por Nicolás Copérnico unas décadas antes. Aunque se desconocía prácticamente todo sobre estas nuevas lunas de Júpiter, el hecho de que hubiera cuatro en vez de una como en el caso de nuestro planeta, sugería otra vez que Júpiter no debía ser un cuerpo pequeño.

Representación artística del aspecto que podrían tener diferentes exoplanetas gigantes. Foto: ESA/Hubble & NASA

Con todo, a día de hoy, más de cuatro siglos después de aquellas primeras observaciones de Galileo, sabemos mucho más sobre el gigante gaseoso y sobre otros planetas. Sabemos tanto, que Júpiter ha perdido su título de planeta más grande conocido. Aún así, Júpiter sigue siendo verdaderamente grande. No solo es el planeta más grande del sistema solar, sino que él solo acumula más masa que el resto de planetas juntos. De hecho, cuando se quiere simular el sistema solar de manera simplificada se utiliza solamente al Sol con Júpiter orbitando a su alrededor. En primera aproximación el resto de planetas dan igual.

Pero desde hace unos 30 años empezamos a descubrir planetas orbitando alrededor de estrellas lejanas. A día de hoy ya se conocen más de 5 500, cifra que aumenta cada mes. Entre estos miles de planetas descubiertos se conocen algunos más pequeños que la Tierra, otros con densidades similares pero tamaños el doble o el triple de grandes y multitud de planetas gaseosos. Estos solemos compararlos con dos planetas de nuestro sistema solar, buscando clasificarlos de alguna forma que tenga sentido en nuestros modelos. Los exoplanetas gaseosos más pequeños serían los “Neptunos” y los más grandes serían los “Jupiteres”. Dentro de estos dos tipos podemos encontrar por ejemplo Neptunos o Júpiteres “calientes”, que son aquellos exoplanetas que orbitan muy cerca de su estrella, alcanzando temperaturas de cientos y a veces miles de grados. También están los “super jupiteres”, planetas tan grandes que hacen parecer pequeño a nuestro gigante gaseoso.

La estimación del tamaño y la masa de un exoplaneta es un proceso delicado y no siempre posible. Según el método de observación por el cual se ha descubierto dicho exoplaneta, será más fácil medir su tamaño o su masa y muy rara vez podremos medir ambos. Por ejemplo, aquellos exoplanetas descubiertos por el método del tránsito, al ocultar el brillo de su estrella momentáneamente, podrán clasificarse por tamaño fácilmente. La masa será fácil medirla para aquellos planetas descubiertos por la perturbación gravitatoria que causan en su estrella, como en el método de las velocidades radiales. Por tanto, cualquier planeta que ahora mismo se considere como el más grande conocido en el universo tendrá que ser revisado con el tiempo.

A día de hoy, el planeta más grande conocido y cuyo tamaño se conoce con cierta seguridad, sería ROXs 42Bb, con un radio de unas 2’5 veces el de Júpiter. Este planeta orbita alrededor de una estrella enana de tipo M, situada a 468 años luz del Sol. Este gigante acumula unas 9 veces más masa que Júpiter y es tan grande en comparación con su estrella, que se cree que su proceso de formación se pareció más al de un sistema estelar binario que al de un planeta como Júpiter. ROXs 42Bb se descubrió por el método de imagen directa, en el que pudo observarse al planeta como un puntito diminuto en órbita alrededor de su estrella.

A pesar de ser el planeta de mayor tamaño, ROXs 42Bb no es el más masivo que conocemos. De hecho los planetas más masivos están en constante revisión porque su gran masa los sitúa en el difuso límite entre los planetas más grandes y las enanas marrones más pequeñas. Actualmente se conocen más de 20 objetos subestelares con más de 20 veces la masa de Júpiter que podrían ser planetas gigantescos o enanas marrones poco masivas. El mayor de ellos que se encuentra en disputa actualmente sería HR 2562 b, con unas 30 veces la masa de Júpiter. Este objeto orbita alrededor de una estrella algo más grande que el Sol situada a 110 años luz de distancia.

Dado que Júpiter ya se encuentra relativamente cerca del límite superior de lo que puede considerarse planeta, no existen planetas descomunalmente más grandes que él. Cuando un planeta acumula mucha más masa que Júpiter (a partir de unas 15 o 20 veces su masa) empieza a considerarse como una enana marrón, un objeto a medio camino entre planetas y estrellas. Además, estas enanas marrones no tienen tamaños mucho mayores al de nuestro gigante gaseoso, porque aunque acumulen mayor masa, esta se comprime debido a la creciente presión. De hecho, incluso las estrellas más pequeñas (enanas rojas como Próxima Centauri), no son mucho más grandes que Júpiter. Es por esto que aunque los tamaños y las masas aquí mencionados puedan refinarse y superarse, siempre estarán relativamente próximos a los correspondientes a Júpiter.